Julio Comesaña estuvo por primera vez en el terreno de juego dirigiendo a Junior este sábado en su nueva etapa y se estrenó con victoria. El entrenador manifestó luego del triunfo ante Cortuluá lo positivo que vio del equipo y también lo que cree que debe mejorar.

El uruguayo fue muy explicativo en la rueda de prensa expresando que no tuvo tiempo de trabajar con el equipo antes del partido, pero que ya tiene una idea de que tiene que hacer a partir del lunes en los entrenamientos, a pesar de que afirmó que más que cambios radicales, tratará de rescatar lo mejor de los jugadores.

El equipo presionaba bien, pero tuvo un bajón y ahí llegó el gol: “Yo voy a dar una opinión que deberían darla los jugadores. Los tiempos de presión no son siempre, ningún equipo puede presionar durante 30 minutos seguidos. En el segundo tiempo desde el arranque, hubo momentos que nosotros recuperábamos mucho la pelota, perdíamos la pelota en terreno contrario y ahí mismo se recuperaba con el equipo encima, reducíamos terreno, estábamos ahí, y después se va apagando el esfuerzo y al final nos hicieron un gol. Yo creo que el equipo creció del primer tiempo al segundo, algunas actuaciones individuales que el primer tiempo fueron intermitentes, en el segundo también crecieron. Me parece que no era justo que nosotros empatáramos este partido. Fue un rival que nos exigió, ya lo había visto frente a Pasto, presionándolo en campo adversario, atacándolo. Yo me quedo con la sensación de que se mejoró con respecto al partido pasado y con que debimos hacer liquidado antes”.

Qué pasa con la zona de recuperación: “Yo lo vi antes de venir aquí cuando he visto a Junior jugar, es bastante simple, y se trata de una situación de los hombres que están en esa posición. Yo no quise hacer ningún cambio, no quise tocar nada del partido de Millonarios para acá porque no tengo ningún argumento de en un entrenamiento, que fue algo de recuperación y algo táctico nada más, de hacer tres o cuatro cambios. Yo me meto la semana que viene a trabajar y empezaré a ver cómo están las cosas. Nosotros estábamos jugando con (Enrique) Serje, que realmente es el único que tiene poder de marca de recuperación y después con un número 10, que es (James) Sánchez, que siempre fue un volante más adelantado y ofensivo, que está haciendo un esfuerzo grande en una posición que me parece que le cuesta y después lo limita a la hora de atacar y de llagar a la media distancia, y con Jarlan Barrera, que sabemos que es un media punta, un volante que yo le dije hoy que tenía que ser parte de esa zona de volantes, porque si no serían uno y medio, que es Serje y medio Sánchez contra cuatro, nos iban a agarrar la mitad de la cancha. En el primer tiempo arrancó bien, siempre aparecía habilitando a Toloza, después al final se fue diluyendo. En el segundo se puso en aquel sector y la cosa funcionó de otra manera. Yo creo que es solamente por las características de los jugadores que están jugando en el medio campo hoy (ayer)”.

Qué rescata del partido de hoy (ayer): “Que hay cosas tanto en la fase defensiva, de movimientos con (Andrés) Correa y con (Alexis) Pérez, me parece que es una pareja de zagueros que a veces uno tiene que llegar y agarrarse la cabeza porque están desajustados y desorientados, yo veo hay un trabajo ahí. En la mitad de la cancha, puedo compartir o no lo hombres que están jugando, pero ya venía algo trabajado, faltó (Johnatan) Estrada y (Sebastián) Hernández, que eran los que jugaban antes con (Robinson) Aponzá y (Roberto) Ovelar en el inicio de ese trabajo, que uno veía que era por determinada cosa. Lo que quiero decir es que yo no vine aquí a barrer con todo y decir ‘esto no sirve, acá no sirve nada’, no. Yo quiero tratar de rescatar y en la medida que yo vaya viendo en los entrenamientos y todo, me voy a dar cuenta mucho más de que es lo que quedó, lo que hay. Yo tengo que lo que está bien no tocarlo, o tocarlo para mejorarlo, pero no para quitarlo. Es eso nada más, no es necesario barrer con todas las cosas”.

Lo que le dijo a la base del equipo para subir el ánimo: “Cosas que pasan cuando hay cambio de entrenador porque el tema anímico es algo muy sensible. Yo siempre digo lo mismo: cuando el equipo no gana, los jugadores empiezan a dejar de creer en el entrenador. Y lo digo por mí, no lo digo por experiencias de otros que me contaron. A veces esa armonía que hay cuando se gana, que todos somos felices, todos somos buenos y somos amigos, después se rompe porque uno como ser humano no quiere ser el culpable de algo que no es bueno. Empiezan ‘no la culpa es mía’ y yo siempre digo que la culpa es del de al lado y al final termina en la habitación del entrenador, es algo normal. Entonces, yo en ese sentido, he visto muchas salidas, me han echado y botado, de todo, antes me molestaba, ahora lo acepto y lo asumo”.

Compartir