Esta es la primera vez que el Caribe ocupa la presidencia de Afacom, la cual desde su fundación en 1979, tiene como misión promover la cooperación y apoyar los procesos de excelencia en la calidad de la docencia, además de ser vocera ante los entes nacionales pertinentes en el tema de comunicación y en el diseño de políticas públicas para el sector.

Alberto Martínez, con más de treinta años de experiencia en los medios de comunicación y la academia, llega al cargo con una serie de metas que buscan precisamente fortalecer a la asociación como referente nacional, de manera que toda ley, decreto o resolución relacionada con la formación en comunicación y periodismo pase por este ente consultivo del Estado.

“La asociación ha dejado pasar una serie de debates que debe retomar, como el de la colegiatura, la tarjeta profesional del periodista o las noticias falsas. Lo segundo es construir, y ya lo empezamos a hacer, un proyecto nacional de asociación sin sesgos de regiones. Pensando siempre que la misión es perfilar mejor la formación de los comunicadores y asumir los retos actuales”, argumentó el comunicador social y periodista.

El cartagenero también pretende fortalecer la investigación a través del trabajo con pares, la consolidación de redes de profesores y estudiantes (postgrado y pregrado), la actualización permanente de una base de datos de investigadores, temas y proyectos, y la aplicación a fondos de financiación nacional e internacional.

Para el nuevo presidente el gran reto de los comunicadores hoy no se centra en que dominen las propuestas tecnológicas, sino en la estructura de valores que se construye frente a estas.

“Si tengo clara cuál es esa estructura de valores, puede venir la innovación tecnológica que sea, pero nunca voy a asistir siquiera a un debate sobre la noticia falsa (…) Cuando encuentro que la noticia falsa es una estrategia que utilizan ciertas fuentes y periodistas, me empiezo a alarmar. Algo está pasando y el problema no es la tecnología, sino mi estructura de valores frente a la tecnología”, enfatizó el docente.

En esa dirección, considera que el reto de la academia es enseñar comunicación más desde lo transdisciplinar, la ética, la antropología y las humanidades.

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