*El Presidente de la Sala Penal de Casación de la Corte Suprema, también habló del Proceso de Paz y dijo que está es la gran oportunidad que tenemos los colombianos para perdonarnos.

Un llamado a humanizar a la justicia hizo este viernes en Barranquilla el Magistrado Eugenio Fernández, Presidente de la Sala Penal de Casación de la Corte Suprema, durante el foro Justicia y Sociedad en el marco de la conmemoración de los 50 de la Universifdad Autónoma del Caribe.

“Dada nuestra naturaleza humana podemos cometer errores y queremos reflexionar, interiorizar de qué manera estamos prestando el servicio y si en algún momento hay un comportamiento indebido, por razón de un mal genio, de una soberbia, de un estado de ánimo. Si nos equivocamos que tengamos el acto de reflexión y la capacidad de reconocer el yerro, pero los errores es bueno reconocerlo para construir oportunidades de mejorar”, sostuvo el Magistrado.

Seguidamente anotó que el error es malo cuando nosotros no cambiamos y persistimos en el error. “La propuesta que estoy haciendo a todos es: hagamos un pare en este momento en nuestras vidas y miremos hacia atrás, qué estamos haciendo y sin encontramos que nos hemos equivocado, es la oportunidad de reflexionar y de cambiar. No por el bien de la sociedad, es por el bien de nosotros mismos. Es que yo no me puedo sentir bien el día de mañana cuando yo sepa que una persona está pagando una pena y es inocente, por un error que yo cometí. El cambio primero es para el bien nuestro y luego para que se refleje en el bien de la sociedad y del Estado”.

Anotó que “este no es un discurso solamente para jueces y fiscales. Yo invito a todas las personas de Colombia: periodistas, ejecutivos, legislativos que dejemos de ser orgullosos, dejemos de ser pedantes. No convirtamos el dinero y la riqueza material en la razón de nuestra existencia. Saludemos, miremos a la cara a la gente. Si podemos escucharla y hacerle el favor hagámoslo y no esperemos nada a cambio. La riqueza de una persona está representada en todo aquello que no podemos cambiar por dinero. Esa es la verdadera riqueza de un ser humano”.

EL PROCESO DE PAZ 

Cuando el preguntamos sobre el proceso de paz en Colombia dijo tajantemente que: “la paz no tiene credos; la paz no tiene si no una razón de ser: buscar la felicidad de todos. ¿Qué hay que hacer por la paz? Todo lo que sea necesario hay que hacerlo por la paz. Yo soy de  ese pensamiento. Aquí voy a opinar como ciudadano: si me toca olvidar todo lo que ha ocurrido, pero con la condición indiscutible de que no va haber un muerto, una mujer violada, la desaparición de una persona, el sacrificio de un menor de edad, que podamos vivir todos tranquilamente y gozarnos este terruño que nos regaló mi Dios, hagamos todo lo que sea porque en Colombia nos demos la mano con los que fueron violentos. Bienvenida sea la paz, pero hecha con sinceridad, que juguemos limpios en ambas partes, de una y de otra. Y cerremos los ojos y los oídos a toda opinión que vaya a dañar el proceso. Pero vuelvo y subrayo. Estoy de acuerdo siempre y cuando juguemos limpios en cada una de las canchas de los protagonistas”.

“Este proceso de la JEP, que se llama Justicia Especial para la Paz, es la fotografía de lo yo refería en mi intervención. Esa justicia va a acabar con el concepto del proceso penal venganza, del proceso penal castigo, que la persona ve en el proceso penal un enemigo y no un amigo. Ese proceso va a cambiar el concepto de sanción. Es que el reproche no necesariamente tiene que ir de la mano con encerrar a una persona en una cárcel. Es mucho más valiosa recuperar a una persona que mantenerla encerrada en una cárcel”, aseguró.

Sobre el mismo criterio manifestó que “yo lo que necesito de un ciudadanos es que salga de la cárcel a hacer el bien. ¿A qué están yendo hoy los ciudadanos en las cárceles de Colombia? A aprender a delinquir, a perfeccionar cómo se delinque, porque en las cárceles no están mejorando a la gente, no están capacitándola. Pues yo prefiero a un individuo que le diga lo voy a encerrar en esta finca, pero usted va a recibir allá capacitación porque lo van a enseñar a ser carpintero, zapatero, mecánico, abogado, sicólogo, le van a dar formación. Y ese profesional o ese técnico va a salir a la sociedad ya no a robar, porque no necesita, tiene y sabe cómo trabajar”.

“Este proceso de Justicia y Paz ojalá le sirva a Colombia para hacerle las reformas que necesita la Justicia Penal Ordinaria, porque aquí no somos sino carceleros. Mandamos a la cárcel a la gente como si esa fuese la solución”, sostuvo.

Fue firme en sus palabras al manifestar que no cree que el Proceso de Paz se caiga. “Está en manos de una decisiones judiciales, unas normas sobre el proceso de paz, pero quienes tienen en sus manos esa decisión son personas que han demostrado ser sensatas, son prudentes. Acabar con el proceso de paz en Colombia tendría que estar uno demente. Démonos la oportunidad”.

“Decía hace un momento ¿qué es imposible? Lo que no intentamos. ¿Hemos acaso intentado algunas ves hacer la paz en Colombia? Nunca, hasta ahora. Démonos la oportunidad. El desarrollo de ella será el que nos diga si debemos o no parar. Hasta este momento lo que hay es razones para continuar. Están entregando armas, están liberando a algunas personas, están entregando menores, están concentrados en unos sitios, no hay muertos, no hay violaciones, no desaparecidos. ¿Eso no es suficiente para continuar con el proceso de Paz? Pregunto. Yo estoy absolutamente convencido de que la Corte Constitucional va a tomar la decisión que se merece la paz de Colombia”, argumentó.

Aunque reconoce que hay muchos contradictores del Proceso de Paz colombiano intervino diciendo que “yo les estoy hablando con un criterio jurídico no con criterios diferentes. El criterio jurídico es ese: el sensato, el de la paz. Yo no puedo opinar en política, ni con criterios partidistas, yo hablo como juez de la República”.

Sobre si se tienen los recursos para la Justicia Transicional el Magistrado Fernández dice que “yo no sabría contestarle exactamente si los tiene o no, porque no tengo ese conocimiento, pero a mí la vida me ha enseñado que yo tengo que ser siempre optimistas, constructivo, triunfador, nunca admitan el no para nada. Intentémoslo, busquémoslo. Yo sé que de alguna parte mi Dios nos va a socorrer para sacar adelante el proceso de paz, así no tengamos la plata, la conseguimos; hay gente generosa en este mundo, en Colombia y fuera de Colombia que nos va a ayudar”.

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