Más de 300 familias, 50 niños valorados nutricionalmente, 30 mil unidades de bienestarina líquida para entregar a la población afectada, prácticas de manipulación de alimentos, entre otras, hacen parte de la gestión adelantada por el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar a raíz de los deslizamientos de tierra que se presentaron en Manizales.

El balance de las acciones también incluyó la asignación de 4 Unidades Móviles y 3 Equipos de Defensoría para brindar acompañamiento psicosocial a las familias con el propósito de generar ambientes protectores para los niños en los 7 albergues donde se concentró la población damnificada.

La labor de los profesionales del ICBF permitió identificar y activar las rutas para 7 casos de niños y adolescentes con presunta vulneración de derechos; la valoración antropométrica y orientación nutricional de 50 niños; la intervención a 20 personas que requirieron primeros auxilios psicológicos; la sensibilización a 90 familias para egresar de los albergues.

Y con el mismo modelo de atención que se implementó en Mocoa, para que los niños y adolescentes retornaran a la alegría, en Manizales se adelantaron jornadas lúdicas, pedagógicas y artísticas con los menores de edad, donde se abordaron las emociones y sentimientos experimentados frente a la tragedia ocurrida, las perdidas vividas y la proyección hacia el futuro.

Una vez se conoció sobre la emergencia, la Dirección de Nutrición del ICBF abasteció a la capital de Caldas con alimentos de alto valor nutricional, entre ellos 29.988 unidades de Bienestarina liquida en presentación de 200 mililitros; 675 kilos de Bienestarina Mas y 90 kilos de Nutrigest para las mujeres gestantes y madres en periodo de lactancia.

A través de estrategias de atención innovadoras y únicas como el Hogar comunitario de Bienestar -HCB Sobre Ruedas, que es un vehículo dotado con componentes tecnológicos y didácticos, se brindó atención integral y diferencial a más 180 niños y niñas que mediante de acciones pedagógicas y artísticas abordaron las emociones y sentimientos experimentados frente a la tragedia.

La labor del ICBF no ha concluido con la reubicación de las familias en sitios diferentes a los albergues, los profesionales siguen brindando atención para lograr la estabilización de los damnificados.

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