Pasaron varios meses antes de que el oso de anteojos proveniente de Manizales pudiera compartir hábitat con la osa de esta misma especie que habita en el Zoológico de Barranquilla desde hace 18 años.

Antes de pasar juntos a la exhibición que compartirán de ahora en adelante, el equipo de biólogos, veterinarios y cuidadores del Zoológico de Barranquilla medió sus acercamientos en áreas internas, en las que cada uno percibía a su nuevo compañero: podía olerlo, escucharlo y empezar a familiarizarse con él.

Finalmente, ambos están listos para recibir a los visitantes y continuar siendo embajadores de su especie, a través de las diferentes actividades educativas del Zoo.

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